¿Qué ocurre cuando nuestro motor presenta un fallo? ¿Debemos repararlo u optar por reemplazarlo? ¿Cuál es la mejor inversión? Son muchos los elementos que intervienen en la decisión final. Entre ellos, la condición del motor, el tamaño del mismo y el entorno operativo en el que se encuentra.
Reemplazar el motor tiene una clara ventaja directa: asegura una mayor eficiencia y disminuye la posibilidad de que se produzca cualquier tipo de avería en el corto y medio plazo. En el caso de la reparación, el principal beneficio a destacar es el ahorro de costes.
En Disheco te contamos todo lo que tienes que saber para detectar en qué situaciones es preferible cambiar el motor y en cuáles arreglarlo.
CÓMO AFECTA EL ENTORNO OPERATIVO
Las empresas deben tener en posesión un flujo de trabajo interiorizado que les permita conocer el protocolo en el momento de valorar la situación. Este tipo de procedimientos ayudan a poder tomar una decisión de forma más rápida y ágil cuando se manifiestan los primeros fallos.
Algunas preguntas que debemos realizar son las siguientes:
- ¿Es el motor para la aplicación? En caso de que no sea así, es recomendable procurar un reemplazo adecuado para la aplicación y, una vez encontrado, sustituirlo. En caso de una respuesta afirmativa, y no exista una falla en el núcleo laminado, debemos valorar el siguiente aspecto.
- ¿Cuál es la condición del rotor? Una condición mala que requiera de un coste de recuperación mayor al de la compra de uno nuevo nos plantea la posibilidad de cambiarlo en el caso de que tengamos presupuesto para ello y el reemplazo esté disponible de manera inmediata. En este caso, únicamente deberemos reparar si no existe presupuesto ni reemplazo inmediato.
- ¿Cuál es la condición del resto de las partes del motor? Si el rotor está bien, debemos examinar el resto de componentes. Si existen otros elementos que están mal, y el coste de reparar sea superior al de cambiarlo, únicamente debemos mantener el motor si no existe presupuesto para el reemplazo o si, teniéndolo, no tenemos reemplazo inmediato.
MONITORIZA LOS RESULTADOS PARA OBTENER INFORMACIÓN CRUCIAL
¿Cuál es el estado en el que se encuentra el motor? Obtener y analizar los datos de rendimiento es fundamental. De este modo, podremos analizar elementos tales como las condiciones eléctricas y térmicas, la vibración o el ruido.
Las técnicas de rendimiento constante nos ayudan a monitorizar el estado de nuestra pieza y nos revelan si se han producido cambios en la velocidad, la temperatura o el rendimiento eléctrico.
- ¿Es el motor aceptable en términos de eficiencia? Un motor que no sea eficiente puede generar pérdidas muy notorias. Si es aceptable, pero el coste de recuperarlo es superior al de cambiarlo, debemos valorar el reemplazo si existe presupuesto y disponibilidad. Si no es aceptable, tenemos que pasar a la siguiente pregunta.
- ¿Un motor con una mayor eficiencia nos ofrece un mayor retorno? Si la respuesta es negativa, debemos repararlo. Si la respuesta es positiva, debemos proceder a gestionar el cambio.
OTROS FACTORES CLAVE PARA LA TOMA DE DECISIÓN
- Calcula si el coste de reparación supera los beneficios.
- Comprueba la calidad y disponibilidad de las piezas de repuesto y la capacidad de un proveedor para proporcionar componentes que coincidan con el motor.
- Estudia la antigüedad del motor, las horas de funcionamiento anuales y la eficiencia aproximada del motor después de la reparación.
Un estudio cuidadoso de todos los factores facilita la decisión de reparar o reemplazar. En Disheco, nuestra área de mantenimiento te ayudará a proteger el estado de tu motor y alargar al máximo su vida útil sin perder eficiencia.
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